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逐字稿：
Deje de compararse con los demás
Analizar nuestras semejanzas y diferencias con otras personas para ver si somos superiores, iguales o inferiores, o si nuestra vida es mejor o peor, es una actitud que solo nos roba energía.
Efectuar comparaciones puede ser útil a la hora de comprar un producto, contratar un servicio o valorar los efectos o resultados de un trabajo, e incluso es uno de los recursos literarios más utilizados, pero no es una buena idea hacerlas cuando cotejamos nuestra persona y nuestra vida con las de los demás. Entonces se convierten en ‘ladronas’ de nuestra energía personal.
Una mirada rápida a nuestro alrededor puede ser suficiente para ver que la mayoría de la gente vive agotada, de acuerdo a Verónica de Andrés y Florencia Andrés, madre e hija, dos de las orientadoras en autoestima y motivación más reconocidas en habla-hispana.
Para comprobarlo, la autoras del libro superventas ‘Confianza total’ sugieren preguntarnos si, al observar cómo llega al final del día la gente con la que trabajamos, al observar cómo empiezan el día los miembros de nuestra familia o al pararnos un rato frente al espejo, estamos viendo a personas llena de energía y vitalidad o a gente que experimenta agotamiento.
Los índices de ansiedad y depresión se multiplican en el mundo y cada vez hay más gente sufriendo las consecuencias del estrés, lo cual afecta nuestra productividad. También se sabe que con poca energía disponible, todo se hace más difícil, ya que cuesta mucho ser productivo, ser creativo e, incluso, disfrutar de las cosas agradables de la vida, porque simplemente estamos agotados.
Pero lo que no resulta tan conocido es que una de las actitudes que nos roban la energía es de compararnos con otros, según explican estas expertas argentinas en renovación vital.